Es que me lo imagino y me da nauseas!
Le dijo su tía.
A ella, en cambio, le apetecía tanto...
*
Que me diera un golpe más en la cabeza
Para que escapen los duendes por la orejas
Que no se hable más del asunto por un buen tiempo
Silencio
Que salgan corriendo, en orden, pensando en volver
Pero que hagan campo, se abra el espacio
Porque llegan nuevos y tienen que crecer
- ¿Qué dices? ¿Que quieres tener duendes en la cabeza?
- No quiero, los tengo. Viven ahí dentro hace años. Algunos días me dicen cosas
- ¿Qué dicen?
- Hoy me llamo Clementina y anoche, mientras dormía, jugaba en un barco en altamar.
*
El ritmo no terminaba de fluir.
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