llegué a las tres de la mañana
y fui por mi cepillo de dientes
a simple vista todo andaba normal
pero mirando más de cerca
(o de repente con otro ojo)
podía darme de cuenta de que dentro de ese vaso mohoso
y a esa hora de la madrugada
estaban pasando cosas,
algunas más románticas que otras.
2 comentarios:
Que observador tu otro ojo...jajaja
ja ja ja ja!!! Quién puede resistirse al amor..?
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